Monday, March 31, 2025

 



Antes comenzar a escribir este texto que me va a salir del útero, con la misma validez que tiene la opinión de Juan Barrientos, puesto que es mi opinión , aunque la voy a robustecer con algunos hechos,  y no es que me las venga a dar de corresponsal de la BBC o analista Político de France 24, pero es importante(desde mi punto de vista )desmenuzar un poco estas opiniones que vienen de sus intestinos, (que bajo ningún concepto estoy afirmando que sea malo, no le estoy dando un juicio solo lo señalo) .

Para empezar este es un comentario que nace a raíz de Los mensajes de Alejandro Pliscoff el jueves 27 marzo de 2025, que quiero ser muy clara MI OPINIÓN no es que sea la verdad absoluta, pero quiero dejar en evidencia que hay responsabilidad en dar nuestra opinión y si lo hacemos de forma pública tenemos que estar preparados para que otro opine sobre lo que dijimos, pero tratamos de mezclar hechos con opiniones se vuelve un poco más complejo, porque todos podemos expresar lo que pensamos, pero con un cierto criterio de donde estamos y que al final, si trabajamos en algún lugar lo representamos.

Es igual que en la infancia y nos portábamos mal en la calle y andábamos con el uniforma del colegio, en estos tiempos es lo mismo, pero a mayor escala y deberíamos tener la precaución de, expresar que la opinión es personal y que de ninguna manera representa a mi trabajo o a la institución para la que presto servicios, que es mi opinión y la saco de dónde me da la regalada gana sacarla.

Ahora vamos a desglosar los que dice el señor Barrientos, dice que la izquierda es “Que sensible” yo asumo que con izquierda se refiere al gobierno de turno que representa a un sector de la izquierda chilena, así que me voy a tomar la atribución de tomar esa palabra como sinónimo de gobierno,  ¿por qué? Porque a mí me hace sentido.

Que es ser sensible, según su significado es una persona que percibe las emociones de los demás con facilidad y tienden a preocuparse por su bienestar, ¿ eso es malo para un gobierno? que se dice centrado en mejorar la calidad de las personas (asumo otra vez desde mis zapatos que el señor Barrientos lo dijo como un insulto) percibir las emociones y preocuparse por ello es malo, a lo mejor para él si lo es, andar perdiendo el tiempo por las emociones y el bienestar  de los demás,  mal ahí gobierno , que se cree , preocuparse por el bienestar de la gente , debería avergonzarse.

Fuera de broma y la elegante ironía del párrafo creo que a veces usamos palabras que no significan lo que queremos decir y ahí debemos ser más cuidadosos.

 Sigamos (yo tengo toda la esperanza que más de alguien va a leer esto que estoy escribiendo) Ser miserable significa estar abatido, desdichado o infeliz.  Creo que por el tono ameno y simpático del comentario no se refiere a esta definición, sino más bien la otra.

Así que se puede utilizar esta, describir a personas que actúan de manera negativa, malvada, abusiva, sin consideración o respeto; lo que me hace un poco de ruido, no que eran sensibles, se puede ser sensible y miserable (en la segunda acepción) es un (adverbio de cantidad) contradictorio, es como decir el agua seca o la nieve caliente raro, pero sigamos.

Continuemos gobierno ladrón, aunque me duela eso es algo intrínseco a la política, pero que todos lo hagan no hace bueno, pero en lo personal el hecho de estar más supervigilado los casos de “robo” se han hecho públicos en el mismo periodo, y los que robaron están siendo investigados y apartados de su cargos , hasta los partido políticos les han quitado el piso a los “ladrones”, lo que en el comentario me huele a cuento dijo Aline kuppenheim( el que entendió entendió y si no vayan a leer ), pero más que a cuento a generalización, y ahí va un punto importante como dije antes que todos lo hagan no es justificación, aunque esas personas ya fueron apartadas las mayoría, algunos tiene los pernos más fuertes que otros y la corrupción tiene que ver con los mismo, pero acá le voy a dar un poroto al señor Barrientos .

Es bueno que aún nos escandalice la corrupción , porque  todavía eso no es la norma, sabemos que está mal y el indignarnos , enojarnos significa que no lo aceptamos, somos el segundo país menos corruptos de Latinoamérica , y ese número no es distinto desde hace años, lo que quiere decir que Chile es el segundo país menos corrupto de Latinoamérica, en gobiernos de izquierda y de derecha, así que la corrupción en el país está igual desde hace varios periodos, lo creo que es mérito de las instituciones que son independientes al gobierno de turno, (vuelvo a decir que es mi opinión , en base a un dato objetivo ) 

Empobrecedora, no lo creo cosas simples como la entrega de leche en los consultorios, se hizo en el gobierno del presidente Allende, entregar alimentación a gente que no puede comprarla es empobreces, que unos padres que no podían comprar leche se les dé (bajo condiciones especifica) y ese dinero lo puedan usar para otra cosa ¿es empobrecer?, la beca para rendir la PAES, que es un principio fue la PSU , ¿es empobrecer? , la gratuidad para la educación superior ¿es empobreces?, la beca de alimentación , ¿es empobrecer?, que las madres de recién nacidos tengan oportunidad de quedarse con su hijos hasta los seis meses ¿es empobrecer?, que  esas mismas mamás tengan un fuero hasta que el niño tenga un año 86 días, ¿es empobrecer?,  si responde que sí no tengo nada más que decir.  

“…cuando los criminales son de su lado se hacen los huevones más de lo que son.” Esta parte me hace un poco de gracia, pero vamos por parte que acá hay varias cosas, primero las cabezas que rodaron con los casos fundaciones, están judicializadas y los involucrados ya no son parte del gobierno (recuerden que asumí, porque se me ocurrió que la izquierda era el gobierno) sin ir más lejos Manuel Monsalve, era el jefe de las policías y ¿dónde está?, entonces yo creo que sí cuando las cosas se hacen públicas se toman acciones, de todas maneras, los medio tiene harto que ver , porque le ponen luces a lo que les da más visibilidad , lo que más vende, pero para que estamos con cosas las buenas noticias no venden.

Y hay otra cosa que muchas contradicciones, “se hacen los huevones más de lo que son.” Se huevón, es ser tonto, pavo. pamfilo, asopado, medio pollo; el señor Barrientos nos dice que así es el gobierno, entonces para ser corrupto y ladrón hay que ser vivo, inteligente, tener siempre un plan porque a los que pillan, los pillan después de harto tiempo y aquí va mi pregunta como ya cerrando.

¿Se puede ser sensible y a la vez miserable? ¿corrupto y a la vez huevón?, no sé a lo mejor para el señor Barrientos esto tiene sentido, pero para mí no tanto, pero lo que yo no entiendo es ¿qué tiene que ver esto con los mensajes de Alejandro Pliscoff el jueves 27 marzo de 2025?, yo no sé, por eso pregunto.

Y ya no escribo más porque no quierico tengo flojerica en mi tecladico en mi pantallica en mis deditico y mis ojiticos.

 

Saturday, November 5, 2016

Juan Del Val señala en su libro “Aprender en la vida y en la escuela”  que en la sociedad hay tres instituciones castigadoras,  los hospitales, las cárceles y las escuelas.
 Yo no creía eso porque pensaba que la escuela era una un lugar de socialización y aprendizaje en el cual nosotros los profesores  debíamos ser los encargados de llevar  a  los estudiantes por ese camino de conocimiento y socialización, siendo unos mediadores.
Cabe señalar que eso creo, aunque ya no lo veo desde la lejana teoría de un libro o de la explicación interpretativa de un profesor que poco contrato ha tenido con el aula y sus dinámicas.
 Sigo creyéndolo, pero de una marera casi platónica, pues una de las cosas de las que me he dado cuenta en estos años de ejercicio en el aula, es que sí es verdad,  la escuela es una institución castigadora.
 Pero las instituciones son hechas de forma íntegra por las personas que las componen, de ser así y en base a lo anterior  somos nosotros los profesores los que somos los que castigamos.
 Pero no de la forma que se hacía antaño, no con golpes ni tareas que no se relacionan con sus actividades académicas, los profesores castigamos a los niños menospreciándolos.
 No considerándolos personas, no teniendo en cuenta sus capacidades, no incorporando sus individualidades, siendo absolutamente incapaces de exigirnos lo que les exigimos.
 Teniendo siempre un discurso de lo bueno que era todo antes, de lo maravilloso que fue el pasado, haciéndoles sentir todo el tiempo que el problema son ellos (los estudiantes)  al cine por ciento.
 Es evidente que al haber más de un individuo en la en una situación la relación debe ser necesariamente dialógica, así que por fuerza YO como profesor debo ser capaz de si quiera decir, “algo de lo que estoy haciendo no está siendo entendido de la forma en que yo quiero que se entienda”
Y es ahí que los ocho o diez semestres que pasamos en una casa de estudios superiores y el dinero que se pago por ellos (ya sea nuestro o del estado)  debe  hacer fluir una reflexión que nos lleve a una acción para identificar ¿dónde? y ¿cómo podemos solucionar el problema? Pero si seguimos obcecados quejarnos y añorar el pasado no podemos avanzar.
Albert Einstein definía la locura como la repetición de la misma acción esperando resultados diferentes. ¿Qué tiene que ver eso con los castigos? Mucho en mi personal y creo que hasta ahora visceral opinión.
No le exigimos a la sociedad que cambien que la salud mejore, que el transporte mejore, que la conectividad mejore, porque pagamos impuestos y es nuestro derecho, ¿y nosotros cambiamos nuestras estrategias cuando nos damos cuenta que la cuarta vez no funcionó?
No es un castigo someter a nuestros estudiantes a las mismas estrategias fallidas una y otra vez, “porque antes funcionaba así” “porque yo lo hago así” “porque siempre lo he hecho así”.
Como sería nuestra respuesta si esa fuera la explicación que no diera un dentista que no usa anestesia para sacarnos un diente, yo no tengo una respuesta pues el ejemplo lo que busca es llamar a la reflexión.
Cuando digo que no tratamos a los estudiantes como personas son los chiquititos, los niñitos, siempre disminuyendo el étimo que usamos para dirigirnos a ellos.
 Como reaccionaríamos si en una entrevista de trabajo por ser más joven que la persona que no entrevista no dijeran profesorcito, hombrecito o mujercita. Los estudiantes son NIÑOS, con nombre y apellido y por deferencia deberíamos tratarlos así.
Como dije antes lo que he escrito es en mi personal y creo que hasta ahora visceral opinión. De lo que he visto vivido y que también he hecho en los años que llevo como profesora de aula. No digo que somos los únicos responsables, solo digo que en este puento nos estamos rindiendo.

En base a estas variadas y creo que en alguna medida agresivas reflexiones me doy cuenta que son cosas que todos hacemos, pero que no deberíamos, no está bien hacerlo porque todos lo hacen, decir una mentira mil veces no la hace una verdad y criticar y culpar a nuestros estudiantes no nos hace mejores profesores.